Hoy les traigo la reseña del tercer libro de la increíble saga "Los secretos del inmortal Nicolas Flamel":
El corazón de Nicholas Flamel se rompió en mil pedazos cuando vio como su querida París quedaba reducida a cenizas delante de sus propios ojos.
Dee y Maquiavelo son los culpables de este desastre, pero Flamel también tuvo parte de culpa, porque al tener que proteger a Sophie y Josh Newman (los gemelos de la profecía) y a los manuscritos de los Sabios oscuros, no pudo centrarse en evitar la caida de la ciudad.
La situación no podía estar peor: Nicholas se debilita día a día y Perenelle, su mujer, sigue atrapada en Alcatraz. La única oportunidad que tienen es encontrar un tutor que enseñe los rudimentos mágicos necesarios a Sophie y Josh.
El problema es que el único que puede hacerlo es un personaje llamado Gilgamesh, que está muy, pero que muy loco.
¡Feliz fin de semana lectores!
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